Preparación
- Selección del vino: Es fundamental elegir un momento especial para disfrutar del Calahoya 1997, idealmente en ocasiones que resalten su calidad y carácter.
- Temperatura: Se recomienda servir este vino a una temperatura moderada, entre 16°C y 18°C, para realzar sus aromas y estructura.
- Copas: Utilice una copa de cristal transparente de tipo balón para permitir una adecuada oxigenación y apreciación de sus matices.
Fase visual
- Color: Presenta un color rojo rubí profundo, brillante y limpio, indicativo de su larga crianza en barrica.
- Limpieza: En copa, muestra una excelente transparencia y brillo, reflejando su cuidadoso proceso de elaboración.
Fase olfativa
- Aromas: Despliega una paleta aromática compleja, dominada por notas de frutos rojos maduros, especias dulces y un sutil fondo de vainilla y cacao.
- Intensidad: Los aromas son expresivos y persistentes, invitando a explorar cada capa con detalle.
- Complejidad: Su complejidad aromática revela la fusión armoniosa entre la fruta madura y los matices de su crianza en roble.
Fase gustativa
- Sabor: En boca, destaca por su elegancia y suavidad, con taninos bien integrados y un equilibrio notable entre fruta y madera.
- Cuerpo: Posee un cuerpo medio, estructurado pero a la vez sedoso, que deja una sensación agradable y persistente en el paladar.
- Persistencia: Su final es largo y satisfactorio, prolongando los sabores de frutos rojos y las especias.
- Equilibrio: La armonía entre sus componentes asegura una experiencia gustativa equilibrada y placentera.
Conclusiones
- Impresiones generales: Calahoya 1997 es un vino que captura la esencia de Valdepeñas con su complejidad y elegancia. Perfecto para quienes valoran la tradición y la calidad en cada sorbo.
- Maridaje: Ideal para acompañar carnes rojas asadas, cordero estofado o quesos curados, realzando tanto los platos como el vino.
- Puntuación: Con una puntuación alta en nuestra evaluación, Calahoya 1997 destaca por su excelencia y carácter distintivo.
Resumen
Calahoya 1997 es un tinto reserva emblemático de Valdepeñas, destacando por su profundidad aromática, equilibrio en boca y persistencia en el final. Ideal para maridar con carnes y quesos, este vino captura la esencia de su región con cada sorbo, ofreciendo una experiencia sensorial memorable.