Preparación
- Selección del vino: La elección de un rancio requiere atención a la calidad y la crianza. Covilalba ha cuidado cada paso desde la cosecha hasta la maduración.
- Temperatura: Servir entre 12°C y 14°C permite que los aromas del vino se expresen plenamente, sin que el alcohol domine.
- Copas: Optar por copas de tulipa favorece la concentración de los aromas característicos del rancio.
Fase visual
- Color: Presenta un color ámbar dorado, signo inequívoco de su larga crianza.
- Limpieza: Cristalino y brillante, refleja la cuidadosa clarificación y estabilización durante su elaboración.
Fase olfativa
- Aromas: Notas intensas de frutos secos, almendras tostadas y un sutil fondo de especias.
- Intensidad: Aromáticamente potente, invita a explorar cada matiz en cada copa.
- Complejidad: Una complejidad que revela capas de sabores desarrolladas a lo largo de décadas.
Fase gustativa
- Sabor: Deliciosamente seco y persistente, con un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez.
- Cuerpo: Pleno y redondo en boca, con una textura sedosa que invita a disfrutar cada sorbo.
- Persistencia: Larga persistencia que deja una impresión duradera y gratificante.
- Equilibrio: Armonía entre los sabores, el cuerpo y la estructura, característica distintiva de los grandes rancios.
Conclusiones
- Impresiones generales: El Covilalba Terra Alta rancio 1928 es un vino que celebra la paciencia y la maestría del enólogo. Su complejidad y elegancia son un tributo al tiempo y la dedicación.
- Maridaje: Perfecto para acompañar postres elaborados, quesos curados y frutos secos.
- Puntuación: Con una puntuación destacada por su calidad excepcional y su capacidad de envejecimiento.
Resumen
El Covilalba Terra Alta rancio 1928 es un vino excepcional que cautiva con su complejidad aromática, su sabor persistente y su equilibrio notable. Ideal para quienes buscan descubrir la riqueza histórica y sensorial de los vinos rancios bien elaborados.