Preparación
- Selección del vino: Para disfrutar plenamente de las cualidades del Idrias Chardonnay 2003, es crucial elegir una botella bien conservada, idealmente almacenada en condiciones frescas y oscurecidas.
- Temperatura: Se recomienda servir entre 10-12°C para preservar sus aromas delicados y su frescura natural.
- Copas: Utilice una copa tipo Chardonnay, de cuerpo más amplio en la base que permite una adecuada oxigenación y concentración de aromas.
Fase visual
- Color: Amarillo dorado con destellos verdosos, revelando su evolución en barrica y su madurez.
- Limpieza: Brillante y cristalino, sin presencia de sedimentos, indicativo de un proceso de clarificación meticuloso.
Fase olfativa
- Aromas: Notas intensas de frutas tropicales como piña y mango, con sutiles toques de vainilla y un ligero tostado que denota su paso por madera.
- Intensidad: Aromas francos y persistentes que invitan a explorar cada capa sensorial.
- Complejidad: Elegante combinación de aromas que evolucionan en la copa, revelando una complejidad digna de su crianza en barrica.
Fase gustativa
- Sabor: En boca es untuoso y cremoso, con una acidez bien integrada que realza sus sabores frutales y aporta frescura.
- Cuerpo: Cuerpo medio, equilibrado y con una estructura que denota su crianza en roble.
- Persistencia: Final largo y persistente, con recuerdos de frutas tropicales y un ligero ahumado.
- Equilibrio: Armonía entre frescura, fruta y madera, mostrando un equilibrio notable desde el primer sorbo hasta su final prolongado.
Conclusiones
- Impresiones generales: El Idrias Chardonnay 2003 es un vino que cautiva desde el primer momento, con una complejidad aromática y una estructura en boca que lo posicionan como un blanco de referencia en la región de Somontano.
- Maridaje: Perfecto para acompañar pescados grasos como salmón o lubina, así como mariscos y risottos cremosos.
- Puntuación: 92 puntos. Un vino que destaca por su elegancia y equilibrio, ideal para los amantes de Chardonnay con carácter.
Resumen
El Idrias Chardonnay 2003 de Bodega Sierra de Guara, un blanco crianza de Somontano, sorprende por su complejidad aromática, su estructura equilibrada y su persistente final en boca. Perfecto para maridar con pescados y mariscos, este vino es una excelente elección para quienes buscan calidad y distinción en cada copa.