Introducción
El Pajarete 1908 Dulce es un vino emblemático que refleja la tradición y la artesanía de la zona vinícola de Málaga. Con su carácter dulce y sus aromas intensos, invita a un viaje sensorial único, perfecto para disfrutar en momentos especiales.
Preparación
- Selección del vino: Este vino se elabora seleccionando las uvas Pedro Ximenez más maduras y concentradas, garantizando la calidad desde la cosecha.
- Temperatura: Se recomienda servirlo ligeramente fresco, entre 12°C y 14°C, para resaltar su frescura y equilibrio.
- Copas: Utilizar copas de cristal fino tipo tulipa favorece la concentración de aromas y la apreciación de su dulzor.
Fase visual
- Color: Presenta un color ámbar intenso con destellos dorados, característico de los vinos dulces bien envejecidos.
- Limpieza: Su brillo cristalino revela un cuidadoso proceso de clarificación y filtrado.
Fase olfativa
- Aromas: Despliega aromas potentes de pasas, higos secos y toques de caramelo, típicos de los vinos dulces elaborados con Pedro Ximenez.
- Intensidad: Su aroma es profundo y persistente, invitando a explorar cada capa sensorial.
- Complejidad: La complejidad aromática muestra la larga crianza en barricas de roble, añadiendo notas de vainilla y frutos secos.
Fase gustativa
- Sabor: En boca es untuoso y sedoso, con una dulzura equilibrada y una acidez refrescante que prolonga el placer de la cata.
- Cuerpo: Posee un cuerpo completo y estructurado, llenando el paladar con su textura aterciopelada.
- Persistencia: Su final es largo y persistente, dejando recuerdos de frutas confitadas y especias.
- Equilibrio: La armonía entre dulzor y acidez lo hace accesible y versátil, perfecto para diferentes ocasiones.
Conclusiones
- Impresiones generales: El Pajarete 1908 Dulce es un vino que cautiva desde el primer sorbo, destacándose por su complejidad y elegancia.
- Maridaje: Ideal para acompañar postres elaborados con chocolate negro o quesos azules intensos.
- Puntuación: 95/100
Resumen
El Pajarete 1908 Dulce de la Bodega Antigua Casa de Guardia, S. L. es un ejemplo excepcional de la excelencia enológica de Málaga. Con su profundo color ámbar, aromas embriagadores y dulzura equilibrada, es un vino que seduce tanto a novatos como a entendidos en la materia, destacándose por su persistencia y complejidad.