Cenizas de Timanfaya Dulce Natural 2000

✪ ✪ ✪ ✪ ✪ ✪
Cata de vinos

Introducción

El Moscatel es una variedad que encuentra en las tierras volcánicas de Lanzarote su expresión más singular. Entre las bodegas destacadas de la región se encuentra Timanfaya, S. L., conocida por sus vinos únicos que capturan la esencia del terroir lanzaroteño. El Moscatel de esta bodega se distingue por su dulzura natural y carácter inconfundible, reflejando el paisaje lunar de la isla.

Preparación

  • Selección del vino: El Moscatel de Timanfaya se elabora cuidadosamente seleccionando las uvas más maduras y aromáticas, garantizando la calidad desde la viña hasta la botella.
  • Temperatura: Se recomienda servir este vino ligeramente frío, entre 10°C y 12°C, para resaltar sus notas frutales y florales sin perder su estructura y equilibrio.
  • Copas: Para disfrutar plenamente de sus aromas intensos, se aconseja usar copas de cristal fino y tulipán abierto, que permiten una adecuada oxigenación y concentración de sus fragancias.

Fase visual

  • Color: El Moscatel de Timanfaya exhibe un color dorado brillante con destellos ámbar, característico de su crianza en barricas.
  • Limpieza: Su cristalinidad revela una cuidada elaboración y un proceso de clarificación meticuloso, sin impurezas visibles.

Fase olfativa

  • Aromas: En nariz, se perciben intensos aromas a flores blancas, cítricos maduros y notas de miel, típicas de la variedad Moscatel.
  • Intensidad: Los aromas se presentan con una intensidad notable, invitando al disfrute y la exploración sensorial.
  • Complejidad: Su complejidad aromática revela matices que evocan la tierra volcánica y el clima soleado de Lanzarote, añadiendo profundidad al perfil del vino.

Fase gustativa

  • Sabor: En boca, este Moscatel sorprende con su dulzura natural equilibrada por una frescura vibrante, resaltando sabores a frutas maduras y un ligero toque mineral.
  • Cuerpo: Presenta un cuerpo medio con una textura sedosa que llena el paladar con cada sorbo, dejando una impresión suave y armoniosa.
  • Persistencia: Su persistencia en boca es prolongada, con un final que invita a seguir degustando sus encantos.
  • Equilibrio: La perfecta armonía entre dulzura y acidez convierte a este vino en una elección ideal tanto como aperitivo como acompañando postres elaborados.

Conclusiones

  • Impresiones generales: El Cenizas de Timanfaya Dulce Natural 2000 es un vino que cautiva desde el primer sorbo con su complejidad aromática y su equilibrio en boca, representando fielmente la excelencia vinícola de Lanzarote.
  • Maridaje: Se recomienda maridar este Moscatel con postres cremosos, foie gras o quesos suaves, complementando su dulzura y estructura.
  • Puntuación: Este vino merece una puntuación destacada por su calidad excepcional y su capacidad para transmitir el carácter único del terroir de Lanzarote.

Resumen

El Cenizas de Timanfaya Dulce Natural 2000 es un Moscatel singular que captura la esencia del paisaje volcánico de Lanzarote en cada sorbo. Con aromas intensos, dulzura equilibrada y una persistencia notable, este vino es una joya vinícola que deleitará a los amantes de los vinos dulces y expresivos.