Introducción
El Reymar Moscatel Diego 2010 es un vino blanco que refleja la riqueza de la zona de producción de Lanzarote. Este vino se elabora con una combinación de 50% Diego y 50% Moscatel, lo que le confiere una personalidad única dentro de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) de Lanzarote. La bodega que produce este vino, Bodegas Reymar, se destaca por su dedicación a preservar y potenciar las características de las variedades locales. En este artículo, exploraremos sus características visuales, olfativas y gustativas, así como recomendaciones para su disfrute.
Preparación
- Selección del vino: Para disfrutar plenamente del Reymar Moscatel Diego 2010, es importante seleccionar una botella en buen estado y adecuada para su consumo. La añada 2010 ofrece un equilibrio entre frescura y madurez, representando una excelente oportunidad para explorar la expresión de sus variedades.
- Temperatura: Se recomienda servir el Reymar Moscatel Diego 2010 a una temperatura de entre 8 y 10 grados Celsius. Esta temperatura permite que se revelen sus aromas y se mantenga la frescura característica de los vinos blancos.
- Copas: Utilizar copas de vino blanco adecuadas, con un cáliz estrecho y un borde ligeramente inclinado, ayudará a concentrar los aromas y a mejorar la experiencia de degustación del Reymar Moscatel Diego 2010.
Fase visual
- Color: El Reymar Moscatel Diego 2010 presenta un color amarillo pálido con reflejos verdosos, indicativos de su juventud y frescura. Este color es típico de los vinos blancos elaborados con Moscatel y Diego.
- Limpieza: El vino muestra una gran limpieza y brillantez en el vaso, sin presencia de sedimentos. La limpieza es un indicativo de una buena vinificación y cuidado durante el proceso de elaboración.
Fase olfativa
- Aromas: En nariz, el Reymar Moscatel Diego 2010 ofrece una complejidad aromática interesante, con notas de frutas blancas como manzana y pera, complementadas con sutiles toques florales. El Moscatel aporta una ligera dulzura en los aromas.
- Intensidad: La intensidad aromática es moderada, permitiendo una apreciación detallada de los aromas sin resultar abrumadora. Esta intensidad es adecuada para disfrutar de la frescura y la elegancia del vino.
- Complejidad: El vino muestra una buena complejidad en nariz, con una mezcla armoniosa de frutos frescos y flores, que evoluciona ligeramente a medida que se airea.
Fase gustativa
- Sabor: En boca, el Reymar Moscatel Diego 2010 presenta un sabor refrescante con notas de cítricos y fruta blanca. La acidez está bien equilibrada, proporcionando una sensación de frescura y vivacidad.
- Cuerpo: El vino tiene un cuerpo ligero a medio, que es típico de los blancos elaborados con Moscatel. Esta característica le confiere una elegancia sutil sin resultar pesado.
- Persistencia: La persistencia en el final es buena, con un retrogusto que recuerda las notas de fruta fresca y un toque de mineralidad, típico de la zona de producción de Lanzarote.
- Equilibrio: El equilibrio del vino es notable, con una armonía perfecta entre acidez, sabor y aromas. Esto contribuye a una experiencia de degustación placentera y bien estructurada.
Conclusiones
- Impresiones generales: El Reymar Moscatel Diego 2010 es un vino blanco que destaca por su frescura y elegancia, resultado de la combinación de Diego y Moscatel. Su equilibrio y complexión lo hacen adecuado tanto para una degustación casual como para maridar con una variedad de platos.
- Maridaje: Este vino es ideal para acompañar mariscos, pescados y ensaladas frescas. También puede ser una excelente opción para aperitivos y quesos suaves.
- Puntuación: El Reymar Moscatel Diego 2010 recibe una puntuación de 83 puntos, destacándose como una opción excelente para aquellos que buscan un blanco con carácter y calidad.
Resumen
El Reymar Moscatel Diego 2010 es un vino blanco elaborado con 50% Diego y 50% Moscatel en Lanzarote. Su color amarillo pálido y su gran limpieza en el vaso preceden una fase olfativa con aromas de frutas blancas y un toque floral. En boca, ofrece un sabor fresco y equilibrado, con un cuerpo ligero y una buena persistencia. Es un vino que se recomienda servir a una temperatura de 8 a 10 grados Celsius y marida bien con mariscos y pescados. Con una puntuación de 83 puntos, es una elección notable para los aficionados a los vinos blancos.