Introducción
El Xenys Monastrell 12 2012 es un vino tinto que destaca por su rica procedencia de Jumilla, una de las zonas vitivinícolas más reconocidas de España. Este vino, elaborado por Viñedos y Bodegas Xenysel, muestra la singularidad de la variedad Monastrell en una añada que ha sabido equilibrar frescura y estructura. La D.O. Jumilla garantiza su origen y calidad, ofreciendo una experiencia sensorial que refleja las características del terroir de esta región.
Preparación
- Selección del vino: Para disfrutar al máximo del Xenys Monastrell 12 2012, es ideal seleccionar una botella que haya sido almacenada en condiciones óptimas, con una temperatura constante y sin exposición a la luz directa. El Monastrell tiende a evolucionar positivamente con el tiempo, así que una botella con algunos años de envejecimiento será particularmente interesante.
- Temperatura: La temperatura de servicio recomendada para este vino tinto es entre 16 y 18 grados Celsius. Esta temperatura permite que el Xenys Monastrell 12 2012 exprese plenamente sus aromas y sabores sin que el alcohol o la acidez se vuelvan predominantes.
- Copas: Utiliza copas de vino tinto con un buen diámetro para permitir que el Xenys Monastrell 12 2012 respire y libere sus aromas. Las copas de boca ancha son las más adecuadas para este tipo de vino, ya que facilitan una mejor oxigenación y una experiencia de cata más completa.
Fase visual
- Color: El Xenys Monastrell 12 2012 presenta un color rojo rubí profundo, con matices que pueden variar hacia el granate a medida que envejece. Esta tonalidad es un buen indicador de su madurez y evolución en botella.
- Limpieza: El vino muestra una gran limpieza y brillantez en el cristal, sin indicios de turbidez. La claridad del líquido resalta la calidad de su vinificación y el cuidado en el proceso de embotellado.
Fase olfativa
- Aromas: En la fase olfativa, el Xenys Monastrell 12 2012 ofrece una buena intensidad de aromas que incluyen notas de frutas rojas maduras, como cereza y ciruela, junto con toques de especias y un leve matiz terroso. Estos aromas son característicos de la variedad Monastrell y su crianza en barrica.
- Intensidad: La intensidad aromática es notable, sin ser excesiva. El vino proporciona una experiencia olfativa rica y bien equilibrada que invita a una evaluación más profunda.
- Complejidad: La complejidad del Xenys Monastrell 12 2012 se manifiesta en la diversidad de aromas que se desarrollan con el tiempo, revelando capas adicionales de tabaco y cuero en el fondo, lo que enriquece la experiencia sensorial.
Fase gustativa
- Sabor: En boca, el Xenys Monastrell 12 2012 ofrece un sabor pleno y bien estructurado, con notas de fruta negra y un toque sutil de chocolate y vainilla. La expresión de la Monastrell es evidente en su perfil robusto y equilibrado.
- Cuerpo: El vino tiene un cuerpo medio a completo, con una textura suave y sedosa que refleja un buen equilibrio entre su estructura y su frescura.
- Persistencia: La persistencia en el paladar es prolongada, dejando un retrogusto agradable que refuerza las notas de fruta madura y especias, demostrando la calidad del envejecimiento.
- Equilibrio: El equilibrio del Xenys Monastrell 12 2012 es notable, con una integración armónica de acidez, tanninos y alcohol. Esto permite una experiencia de cata que es tanto placentera como compleja.
Conclusiones
- Impresiones generales: El Xenys Monastrell 12 2012 es un excelente exponente de la Monastrell de Jumilla, destacando por su color, aromas y sabores bien integrados. Es un vino que ofrece una experiencia completa y satisfactoria tanto en nariz como en boca.
- Maridaje: Este vino es ideal para acompañar platos robustos como carnes asadas, guisos y quesos curados. Su perfil intenso complementa perfectamente estos alimentos, realzando los sabores de ambos.
- Puntuación: Con una puntuación de 87, el Xenys Monastrell 12 2012 demuestra ser una opción sólida y bien elaborada dentro de su categoría. Su equilibrio y complejidad justifican ampliamente su valoración.
Resumen
El Xenys Monastrell 12 2012 es un vino tinto destacado de Jumilla, con un color profundo, aromas complejos y un sabor robusto. Su cuerpo y persistencia equilibran la experiencia de cata, haciéndolo adecuado para acompañar platos contundentes. Con una puntuación de 87, representa una excelente elección para los amantes del Monastrell y los vinos de Jumilla.