Introducción
El Amontillado Seco de Bodegas Argüeso es un ejemplo excepcional de la maestría enológica jerezana. Este vino combina la elegancia del Palomino con el carácter distintivo de la solera, ofreciendo una experiencia gustativa única que revela la esencia misma de su tierra.
Preparación
- Selección del vino: El Amontillado Seco de Bodegas Argüeso es cuidadosamente seleccionado de entre los mejores mostos de Palomino.
- Temperatura: Se recomienda servir entre 12°C y 14°C para apreciar plenamente sus matices.
- Copas: Utilice una copa tipo tulipa para concentrar los aromas y permitir una oxigenación adecuada.
Fase visual
- Color: Presenta un atractivo color caoba claro, revelando su crianza y madurez.
- Limpieza: Su transparencia y brillo son testimonio de su cuidadosa elaboración.
Fase olfativa
- Aromas: El Amontillado Seco muestra un bouquet potente dominado por notas de frutos secos, tostado y un sutil toque de acetaldehído.
- Intensidad: Su aroma es profundo y persistente, invitando a explorar sus capas de complejidad.
- Complejidad: La crianza bajo velo de flor y envejecimiento en solera aportan una complejidad aromática única.
Fase gustativa
- Sabor: En boca es seco y largo, con matices de su paso por solera y un delicado carácter especiado.
- Cuerpo: Posee un cuerpo medio, estructurado pero delicado, con una textura sedosa que envuelve el paladar.
- Persistencia: Su final es prolongado, dejando una sensación memorable que perdura en el recuerdo.
- Equilibrio: El equilibrio entre acidez y dulzor es perfecto, destacando la armonía en cada sorbo.
Conclusiones
- Impresiones generales: El Amontillado Seco de Bodegas Argüeso es un vino que captura la esencia del terruño de Jerez, mostrando elegancia, complejidad y una notable profundidad aromática.
- Maridaje: Ideal para acompañar tapas de frutos secos, quesos curados y mariscos en salsa.
- Puntuación: 92 puntos. Un vino excepcional que demuestra la excelencia de los vinos fortificados de Jerez.
Resumen
El Amontillado Seco de Bodegas Argüeso, con su color caoba claro, aromas potentes de frutos secos y tostado, y un sabor largo y especiado, es un ejemplo perfecto del arte enológico de Jerez. Este vino marida bien con tapas y mariscos, destacando por su complejidad y equilibrio.